Esta obra formó parte de la exposición "el Público, lo público", organizada en el curso 2008/2009 por la profesora de Historia del Arte.
Con este cuadro pretendía expresar como influye el público al artista, o dicho de otra forma, hasta donde está el artista dispuesto a llegar con tal de alcanzar la fama, así como también las distintas reacciones que puede tener el público ante una obra de este tipo.
Esta crítica incluye los festejos taurinos, ya que en mi opinión en este tipo de celebraciones se utiliza la crueldad y la violencia contra un animal como espectáculo o reclamo para el público.
Sin embargo, hay más manifestaciones artísticas que utilicen esta práctica. Un ejemplo claro podría ser el accionismo vienés, que incluía en sus actuaciones sacrificios animales.
Esta crítica incluye los festejos taurinos, ya que en mi opinión en este tipo de celebraciones se utiliza la crueldad y la violencia contra un animal como espectáculo o reclamo para el público.
Sin embargo, hay más manifestaciones artísticas que utilicen esta práctica. Un ejemplo claro podría ser el accionismo vienés, que incluía en sus actuaciones sacrificios animales.
Así, en este caso concreto el ejecutor (el torero) representaría al artista capaz de hacer cualquier cosa por atraer al público, incluso matar a un ser inocente.
Su mirada es de completa indiferencia, de manera que o bien está convencido de que lo que hace es lo correcto o quizás es que le da igual con tal de conseguir la fama, gloria o cualquier otra cosa que pretenda conseguir
Por otro lado, también he analizado la reacción de ese público, que suele ser indiferente o de aceptación, como mucho de una ligera sorpresa que llevará pronto a una nueva indiferencia. Esa misma reacción es la que encontramos hoy en día en las personas que ven una manifestación artística de este tipo: indiferencia hacia la crueldad con un ser vivo.
En último lugar está la víctima, que representa al toro y a los animales que sufren en este tipo de expresiones artísticas.Para esta representación he elegido una figura femenina. En principio puede sonar contradictorio que una mujer represente un toro, un animal que normalmente es símbolo de bravura, virilidad y fuerza. Pero en este caso tiene sentido ya que lo que pretendo es mostrar su otra cara: la de un animal asustado, indefenso, que lucha por sobrevivir en un entorno que no conoce. El animal está “desnudo”, desprotegido ante el hombre y sin poder defenderse
La obra está realizada con acrílico sobre un lienzo de 146 por 114 centímetros. 2008/2009
una buena critica con esta obra. estoy de acuerdo en lo q dices y ademas pienso que al ver representado al toro como mujer tb tratas un poco el tema de por una parte el maltrato a la mujer o la humillacion y por otra el uso q se da de la imagen femenina en el arte
ResponderEliminarSí, en cierto modo también hablo de eso en la obra.
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